Se cree que el secreto del lago Calafquén no es que solo tiene una profundidad extrema de 212 metros, es también uno de los pocos lagos con agua potable en Chile. Esta cualidad se debe, con toda seguridad, a que no cuenta con una planta de aguas servidas en su ribera. Así nos los relató un fanático del lago, el socio fundador del Club de Pesca y Asados de Coñaripe José Miguel Bertín. Según él, estuvo durante varios días saliendo en su catamarán con un equipo multidisciplinario de investigadores de una universidad nacional. Salieron y recorrieron por todos lados el lago tomando muestras, pruebas de todo tipo.
– Al final, el encargado del grupo, sacó un vaso de agua del lago y se lo tomó. Relata José Miguel. De hecho los bañistas del verano, los que practican deportes acuáticos, en más de una oportunidad tragan agua. Y nunca se ha sabido de enfermedades o epidemias producto de una ingesta de agua del lago.
El otro secreto del lago es la intensidad de azules que captan las cámaras digitales al tomar fotos en horas de alta luminosidad y con cielo despejado. Pareciera que el azul como color fuera generado con alevosía a todo, entregando una luminosidad iridiscente y grata a la vista y al resultado de las tomas que hacen los fotógrafos. El azul es el color primario de nuestro planeta visto desde el espacio, es el color mayoritario de las aguas y los mares. Es como si fuera el color de la vida misma. En el Calafquén el azul es su esencia. Por eso vale la pena salir a contemplarlo a diferentes horas desde la playa kilométrica de Coñaripe.
Francisco Rojas
Informationsproducent
School Bussines – Stockholms Universitet
Sweden
